Juan Enriquez @JuanEnriquezSW
foto: Cooperativa.cl

Wanderers empató con Rangers en Playa Ancha sumando su décimo partido sin ganar. Pese a estar en ventaja por 2-0 y ser absolutamente superior al rival, el conformismo de su entrenador, la mala lectura del partido, los pésimos cambios y errores estructurales que se repiten desde hace mucho tiempo, nos dejan con un empate con sabor a derrota, en zona de liguilla de promoción y a sólo dos puntos del descenso directo.

En la previa la consigna era ganar o ganar, ya teníamos todos los jugadores en condiciones, era un partido frente a un rival accesible y de local, no había excusa para no salir de la mala racha y quedarse con los tres puntos luego de nueve partidos.

Luego de la nefasta actuación en San Carlos de Apoquindo, donde Salah le regaló el partido a su rival, todos esperábamos un cambio en la formación inicial, para dejar de dar ventajas y que el DT caturro hubiese aprendido de sus errores que nos privaron de un triunfo frente a un rival accesible.

En primer lugar la formación presentaba varias variantes: volvía Agustín Parra a la zona defensiva y su acompañante era el refuerzo uruguayo Mauricio Prieto; en la zona media sólo contábamos con tres hombres: Ormeño y Ordenes para el quite, dejando en labores creativas a Tressor Moreno desde el primer minuto; y, por primera vez desde que llegó Salah a la banca del Decano, este alineaba tres delanteros: Cólzera por derecha, Silva por izquierda y Calandria al centro. Poco que reprochar, quizás sólo dejar nuevamente en la banca a Sebastián Méndez, quien es el mejor volante de contención que tenemos.

El partido comenzó de forma lenta e imprecisa, Rangers sólo se defendía pero Wanderers no podía hilvanar jugadas de buen fútbol. Tressor Moreno no aparecía y Cólzera estaba muy solo en la banda derecha, ya que toda la salida era por el sector izquierdo. Recién a los 12 minutos llegó la primera jugada de peligro con un centro de Franz Schultz que empalma Calandria pero su remate fue muy suave. A los 15 minutos aparecería Wanderers con Moreno más activo armando jugadas con Órdenes, Opazo, Calandria y Silva, quien jugó su mejor partido en mucho tiempo, muy activo y encarando a los rivales «creyéndose el cuento»

El gol llegó a los 29 minutos con una gran habilitación de Moreno para Calandria, quien define pero Peric salva de forma espectacular, el rebote lo toma Órdenes y remata con el arco a su disposición. Después de mucho tiempo Wanderers comenzaba ganando un partido. Luego del gol, Wanderers ya jugaba a gusto en la cancha, Cólzera entraba en juego desbordando por la banda izquierda y juntándose muy bien con Tressor Moreno que mostraba muy buen fútbol. Wanderers apostaba abriendo la cancha por el sector izquierdo con Opazo y Silva o buscando paredes por el centro con Calandria, Cólzera, Órdenes y Moreno.

El primer tiempo fue sólo 1-0, pero Wanderers era inmensamente superior a su rival. En la defensa no había problemas: Parra ganó todos los cruces y mano a mano, y por su parte Prieto, si bien partió algo desordenado, luego se afirmó en la cancha y mostraba un buen anticipo y velocidad. El único punto bajo fueron las pelotas paradas, Wanderers no ganó ningún cabezazo tanto ofensiva como defensivamente.

Ahora venía la prueba de fuego, en los partidos anteriores Wanderers desaparecía en los segundos tiempo por echarse atrás, regalar terreno y el cansancio de sus jugadores en la zona de quite entregándole el balón al rival. La segunda parte del encuentro partió de gran forma, con un desborde de Cólzera, que deriva en un centro conectado por un defensa talquino mandando el balón contra su propio arco y marcando el 2-0. Todo tranquilo hasta ese momento, pero no pasaron ni cinco minutos del 2-0 y se repetía la misma historia de los últimos partidos: Wanderers retraza las líneas, entrega la cancha y el cansancio aparece en sus volantes de quite. Si no se recupera la pelota no se puede jugar. Incluso el mismo Salah después del partido declara: «perdimos el control de la pelota, dejamos crecer al rival», la pregunta es: si la razón de la baja está clara ¿por que se insiste en las mismas prácticas cometiendo los mismos errores?

La historia después de este bajón en los segundos tiempos ya la conocemos: el rival nos mete en nuestro terreno casi sin oposición ofensiva de nuestra parte, Calandria queda solo en ofensiva y Cólzera, quien las peleaba todas, trataba de desbordar por su sector, pero sin acompañantes es muy difícil. Minuto 20 y llega el primer descuento de Rangers, un jugador remata solo en el área luego de un córner, enrostrándonos otro grave problema que tiene este equipo: no gana en pelotas paradas. 25 minutos por delante y volvemos a sufrir porque nuevamente dejamos crecer al rival.

Al minuto 30 viene una situación bastante curiosa, Méndez se para al borde de la cancha para ingresar, el cambio era por Tressor Moreno, increíblemente el DT saca al único creador de Wanderers para colocar un tercer volante de contención. La idea de Salah era aguantar el resultado, expresión que también se repitió mucho en las declaraciones post partido: «Wanderers no pudo aguantar el resultado». Sin embargo, un minuto después viene la expulsión de Ormeño, lo que vino a justificar el cambio e hizo pasar desapercibida la intención, pero la triste realidad es que Salah quería defender el 2-1 de local y frente a Rangers quedando 15 minutos por jugar.

Durante todo el segundo tiempo Wanderers no tuvo ninguna llegada clara al arco contrario, mientras que Rangers con muy poco pero teniendo el control de la pelota gracias al hoyo gigantesco que quedaba en la mitad de la cancha, nos llenaba de pelotazos cruzados inquietando a Viana. Esto hasta que llegaría el minuto 41 y el empate de Rangers con gran error del portero caturro mediante. Sin embargo, así como contra la UC no cabe justificar la derrota por los goles viciados, en este partido no podemos justificar el empate producto del error de Viana, ya que todo el segundo tiempo le entregamos la pelota al rival.

Lo de Salah es preocupante porque muestra mediocridad y conformismo. Tal vez no es un mensaje directo de «metámonos atrás», pero su actitud se la traspasa a los jugadores, su discurso, que puede parecer inocente, tiene detrás valores resultadistas, pero los resultados no llegan. Sus cambios demuestran que no existe deseo por ganar los partidos, por pasarle por encima al rival, por marcar más goles. Él se conforma con el mínimo y eso se traspasa a los jugadores, que van perdiendo confianza y credibilidad en el técnico.

Además de errar en los cambios, Salah vuelve a errar en dejar a Sebastián Méndez en la banca para colocar a Roberto Órdenes entre los titulares. Más allá de que Órdenes haga buenos primeros tiempos, no nos sirve de nada si es que el jugador dura 45 minutos en cancha. Además que la mejor versión de Órdenes no supera a Méndez. Si Salah se diera cuenta de este error contaríamos con una gran alternativa para los segundos tiempos, puesto que si estamos faltos de fútbol (Órdenes tiene mejor entrega que quite) sería mayor aporte para el equipo entrando desde la banca.

Ya llevamos 10 fechas sin ganar y vamos por el récord de Yuri Fernández el 2004, sin embargo, el hecho de que el DT tenga contrato por 3 años hace casi imposible un cambio en la banca caturra, por lo que sólo podemos apostar a que el hombre se ilumine, revise los partidos y se de cuenta de que no puede seguir cometiendo los mismo errores. No es posible que todo un estadio se de cuenta de lo que pasa en la cancha y él no haga nada al respecto. Si el hombre quiere mantener su estilo mediocre y conformista debe empezar a sumar, finalmente los técnicos resultadistas, independiente de su mal juego, sacan resultados.

La próxima fecha enfrentamos a Audax Italiano en La Florida, si perdemos y Cobresal vence a la Universidad de Concepción en El Salvador quedaremos en zona descenso directo. Otro año de sufrimiento y gracias a una sola persona. Nadie aguanta 10 fechas sin ganar.

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