Las horas previas a un clásico siempre son similares, sensaciones conocidas que no por ello son menos atractivas…

Las horas previas a un clásico siempre son similares, sensaciones conocidas que no por ello son menos atractivas. Independientemente del escenario, las condiciones y realidades del presente este partido genera un interés y motivación basadas en la historia, la relación cultural, social y hasta en cierta medida política entre el club y su hinchada por lo que el vencer es un deber, al menos que quieras soportar la carga emocional que una derrota en este partido puede llegar a generar.

Muchas veces he señalado que para lograr una buena conexión el club debe representar al hincha y la razón es obvio de lo contrario aparecen las incomodidades la confusión y la poca credibilidad en lo que se esta haciendo, bueno este clásico es una perfecta oportunidades para que este plantel inicie el campeonato reafirmando convicciones y que a su vez la hinchada haga lo mismo.

Puedo ser catalogado de extremadamente romántico pero este tipo de partidos se gana con algo más que buen fútbol, se gana con motivación, convicción, temple y porque no decirlo jerarquía y en gran medida es el técnico el responsable de que Wanderers presente lo recientemente señalado como argumentos para quedarse con el clásico. El que todos los jugadores sientan y vivan este partido de la misma forma en la que un hincha lo hace tal vez es una solicitud desproporcionada pero si se puede pedir que los ellos se den cuenta de lo relevante que este encuentro es para el futuro cercano del plantel, lo distinto que serán las semanas siguientes si es que se logra un triunfo y algo muy relevante, que por ningún motivo los jugadores se despreocupen de disfrutar, ya que será una fiesta y el futbolista por naturaleza nunca debe dejar de disfrutar dentro de una cancha y menos considerando que tendrá la posibilidad de jugar un partido que genera las sensaciones de un clásico.

El hincha debe vivir este parido de la misma forma en la que se ha ido acostumbrando durante el ultimo tiempo, sentir el nervio, acompañar al equipo, sufrir con las complicaciones y celebrar las alegrías y darse cuenta nuevamente de lo que significa ser un hijo de Valparaíso, un enamorado de los colores del equipo que representa fielmente a tu ciudad y el de saberse especial, porque así como Wanderers, el wanderino es especial y eso esta más que demostrado.

Espero que el Sausalito este verde hasta la bandera, que nuevamente demostremos el por que somos el más popular de regiones y la diferencia entre como un clásico se vivo en Valparaíso y Viña, ya que les aseguro que los jugadores sabrán darse cuenta de ello lo que es sumamente positivo para el inicio de este nuevo camino…

Atte

Roberto Zamorano (Verdesuecia).!