Wanderers apenas empató muriéndose frente a La Serena en Playa Ancha sumando doce partidos sin ganar, quedando colista absoluto del torneo de Clausura y mostrando un nivel de juego horrible que nos hacen pensar que el descenso está a la vuelta de la esquina. Por su parte dirigentes no dan señal alguna de hacer algún cambio y el DT se ofende cuando le preguntan sobre una renuncia.

Analizar los partidos de Wanderers a esta altura ya da pena, llevamos 4 meses escribiendo sobre derrotas y amarguras, sobre errores evidentes que el DT caturro no aprecia y sobre jugadores que les quedó grande esta camiseta.
Wanderers en los últimos cuatro meses podría resumirse en: perdimos, empatamos, jugamos mal, no hay actitud, no hay deseos por ganar el partido, Opazo perdió la marca en el gol, Michael Silva la manda fuera solo frente al arquero, Calandria no le pega al arco, Viana comete un error infantil, nos cabecean libremente en todas las pelotas paradas, Salah realiza mal los cambios, Salah regala los 15 primeros minutos del segundo tiempo, Salah tira el equipo atrás, etc.

El partido contra La Serena era un nuevo ultimátum para Wanderers, un nuevo partido donde el único resultado útil era la victoria, luego de la estrepitosa goleada en La Florida jugando el peor partido de todo el campeonato. El equipo titular presentaba la vuelta de Ormeño en mediocampo conformando la dupla titular en contención con Sebastián Méndez y la novedad el ingreso de Sandoval como titular por la banda izquierda a última hora por un resfrío de Franz Schultz desplazando a Opazo a la banda derecha, el dibujo táctico también variaba retrazando a Cólzera (quien jugó resentido de una lesión producida en el entrenamiento de la semana) al mediocampo junto a Tressor Moreno.

No más de cuatro mil personas llegaron a Playa Ancha para presenciar un partido digno de segunda división, la visita se dedicaba a esperar y entregaba la pelota a Wanderers pero el equipo local no jugaba a nada, solo realizaba un toque intrascendente en la mitad de la cancha sin acercarse al arco de Wirth, un partido para quedarse dormido.

Recién al minuto 15 del primer tiempo Wanderers remata al arco, Moreno manda un pase perfecto para Silva quien desvía de forma increíble solo frente al arquero, luego de esta acción no pasaría mucho más, un par de remates de media distancia que se van desviados y una habilitación de Moreno para Méndez quien remata sin fuerza.

El equipo era un calco de las últimas fechas, un juego inconexo y sin profundidad frente a un rival que solo se dedicaba a esperar, Cólzera no se veía bien el lo físico por una lesión ocurrida 3 días antes del partido y extrañamente a Moreno se lo tenía cargado por la banda derecha, una situación nefasta ya que recibía muy pocas pelotas y al estar apretado contra la línea lateral el jugador pierde visión periférica para habilitar a sus compañeros, el colombiano estaba perdido jugando en ese sector y aparecía cuando se centralizaba, no haciendo caso (suponemos) a las indicaciones del técnico.

El primer tiempo debió terminar empatado a 0 sin embargo en el último minuto La Serena se anima con una pared al borde del área, donde ningún jugador de Wanderers apuró al serenense que comandaba el ataque permitiéndoles tocar tranquilamente para que Mauricio Salazar marcara el 1-0 enfrentando solo a Viana con Oscar Opazo como espectador privilegiado al quedarse parado mientras el capitán de los papayeros pasaba frente a el para marcar el 1-0.

Fin del primer tiempo y el público solo atinaba a putear a Salah y a los dirigentes y que más se podía hacer si es que llevamos 1 año y medio de fracasos, 12 fechas sin ganar, un equipo que no juega a nada y ni siquiera demuestra amor propio como dicta la esencia wanderina.

Segundo tiempo sin cambios pese a que Wanderers no estaba en la cancha el técnico estimaba que no era necesario cambiar a los jugadores, en los primeros minutos del segundo tiempo el partido cambió, La Serena salió en busca del segundo gol de entrada queriendo asegurar el partido y la defensa de Wanderers era sobrepasada con facilidad, sin embargo al no encontrar el gol el equipo visitante volvió a replegarse entregándole la cancha a Wanderers.

El Decano manejaba la pelota pero no creaba peligro, los jugadores tocaban para el lado con una paciencia increíble como si el partido fuese eterno, Michael Silva tuvo la oportunidad de empatar pero su remate es despejado desde la línea de gol por un defensor Serenense.

Wanderers era el mismo equipo de los últimos partidos hasta el ingreso de Castillo por Moreno, el canterano con su velocidad le dio más ritmo al equipo y buscaba asociarse con Cólzera pero al igual que en el primer tiempo esto no alcanzaba para inquietar a Wirth, solo un par de remates de distancia y desbordes de Sandoval que terminaban con centros detrás del arco, por la banda izquierda Opazo estaba contenido pese a que el equipo visitante no atacaba.

El partido ya terminaba y solo se podían escuchar insultos en Playa Ancha, sumábamos otra fecha sin ganar y frente a rivales de muy bajo nivel, quizás el único consuelo era ilusionarse con la renuncia del técnico al final del partido.

Pase por alto de Cólzera para Salmerón quien le pega al palo pero aparece Héctor Núñez para marcar con la canilla el 1-1 y evitar la crisis total, pese a buscar el 2-1 en los descuentos corriendo y demostrando amor propio por primera vez en mucho tiempo el segundo gol no llegó y la gente en Playa Ancha al igual que en los últimos 4 meses se retiraba triste, enojada y reclamando contra todo el mundo, con justa razón.

Terminado el partido Salah de forma increíble valoró el punto y no dio indicio alguno de dejar la banca.
Wanderers hoy está muerto, aunque nos duela el equipo no muestra nada y la posibilidad más cierta es el descenso sin embargo esto poco parece importarle a la gente que controla el club quienes prometieron éxitos deportivos y festejos por montones.

Ahora viene un encuentro por Copa Chile en Playa Ancha frente al colista de la Primera B donde puede haber un pequeña ilusión de triunfo y que pese a las circunstancias del partido este puede servir como envión anímico para comenzar a sumar en el campeonato nacional, que es donde realmente importa.

Luego el domingo se visita a Colo Colo en Santiago, un equipo que juega casi tan mal como Wanderers pero lo más probable es que Salah en la semana al charlar con los jugadores les diga «el empate no es malo, vamos con tranquilidad», esto no es Wanderers.

Los plazos ya se acabaron y por desgracia los hinchas no podemos hacer nada, el club no nos pertenece y a sus dueños poco y nada les importa que semana a semana estemos sufriendo y amargándonos por la penosa situación en que se encuentra esta camiseta que tanto amamos y defendemos.