Oriundo de Vallenar, Felipe Lecaros llegó hace unos meses a Valparaíso para reforzar la sub 18 caturra que va por el título de su categoría en la actual temporada.

Distinta a la mayoría de las historias de comienzos en el fútbol, Felipe no siempre sintió una atracción por la pelota, pues según cuenta: “mi papá me llevaba a una cancha cuando tenía 8 años, pero yo no jugaba, me sentaba y me ponía a jugar con tierra“. Pese a ello, poco a poco fue tomándole el gusto al fútbol, influenciado tal vez por su familia, la cual asegura es de tradición futbolera, destacando su tío Eric Lecaros, quien fuera jugador de Universidad de Chile y Deportes Valdivia.

Lecaros llegó a la quinta región proveniente de Universidad de Chile, club en donde se formó como jugador: “a los 13 años llegué a la U y me tuve que ir a vivir a Santiago. El 2011 fui sparring y obviamente estoy contento de haber entrenado con un plantel que obtuvo títulos históricos y por todo lo que aprendí con ellos. A fines del año pasado, por temas de cupo año 93, quedé libre de acción y tuve que buscar otro club.  Llamé a Héctor Robles para ver si tenía posibilidades de venir a Wanderers… me vine a probar y quedé.  Escogí Wanderers porque es una juvenil potente que marca diferencias en el campeonato, y las veces que la enfrenté siempre fueron partidos muy complicados. Quería optar por un buen club, ya que mi idea siempre ha sido debutar en Primera. Además, siempre le dan posibilidades a los jóvenes, incluso Eugenio Mena, a quien conocí en la U, también me hablaba mucho de la cantera y de la oportunidad que le dieron.”

Al hablar del equipo del cual forma parte actualmente, el central de 19 años sólo tiene palabras positivas: “la calidad de personas de los profes acá marca diferencias, ellos antes que todo se preocupan de cómo está el jugador. Tengo unos compañeros excelentes,  la calidad humana que hay en la serie es súper buena, tú llegas a entrenar y te encuentras con amigos que te ayudan en lo que necesites.”

Asegura que los objetivos que se ha planteado el grupo son, en primer lugar, «clasificar a los play off y después salir campeones. Nos ha costado un poco tomar el ritmo, porque es un equipo con varias incorporaciones, pero estamos preparados y muy unidos, lo que nos va a llevar siempre al triunfo. Tenemos ganas de salir campeones y se que si seguimos entrenando así lo vamos a lograr”.  

Por otro lado, sus metas a nivel personal se traducen en “debutar en el primer equipo, luego ser parte de una selección, consolidarme en Wanderers, y finalmente emigrar al extranjero.” 

Por estos días, y dadas las bajas por lesión de los centrales en el primer equipo, Felipe ha tenido la posibilidad de entrenar con el plantel estelar de Wanderers, situación que lo tiene muy contento, pues asegura que “la oportunidad que me han dado la he sabido aprovechar.  Han sido días excelentes. Los jugadores con más experiencia apoyan harto a los jóvenes. Ellos nos aconsejan y nos enseñan a pararnos bien en la cancha.”

Para finalizar, agrega que sin el apoyo de su familia y la familia de su polola «la búsqueda de este sueño que significa el fútbol me hubiese costado mucho más». En este aspecto, señala que una de las personas más importantes en su vida es su abuelo José Ramírez, quien sueña con verlo debutar en el fútbol de honor: “la primera persona que voy a traer cuando me citen a un partido será él. Entreno todos los días pensando en mi abuelo.”