Como lo habíamos adelantado hace unos días, la gobernación de Valparaíso no autorizó el partido entre Santiago Wanderers y Universidad de Chile que debería jugarse este sábado a las 16:00 horas en el estadio Sausalito de Viña del Mar, por lo que a falta de cuatro días para el partido los verdes no tienen estadio para recibir a los santiaguinos de azul.

Tras una reunión sostenida entre el Gobernador Provincial de Valparaíso, José Pedro Núñez, personal de Carabineros, el Gerente de Santiago Wanderers, Ignacio Eguiguren, y el Gerente de Marketing de la institución porteña, Andrés Hodar,  los dos últimos se retiraron del edificio de la Intendencia Regional de Valparaíso sin hacer declaraciones dada la molestia generada por la decisión de no autorizar el recinto viñamarino.   La primera alternativa que surge es San Felipe, eso si es que la gobernación de dicha provincia autoriza el estadio Municipal de la ciudad, pese a que según se informa desde dicha ciudad, el campo de juego se encuentra en malas condiciones debido a la sequía que afecta a la zona. Curioso por decirlo menos resultaría la autorización del recinto aconcagüino, ya que a todas luces Sausalito es mucho más seguro que San Felipe. Al parecer la gobernación de Valparaíso quiere desligarse del problema que significa albergar un partido de alta convocatoria y opta por la alternativa cobarde, cual es rechazar el evento y desentenderse del asunto.

Suponiendo que el criterio para autorizar un recinto deportivo es el mismo para todo Chile, lo mínimo que se podría exigir a las autoridades es una comparación punto por punto entre el estadio Sausalito y el Municipal de San Felipe, la cual deje clara a la ciudadanía los fundamentos de la decisión de ambas gobernaciones.

Como sea, la decisión final tiene que estar 48 horas antes del partido, ya que así lo establece la ley. Los dirigentes están contra el tiempo y los únicos perjudicados son los hinchas, quienes no saben donde jugará su equipo ni el valor que tendrán las entradas, siendo que hace bastante tiempo se sabía que el 2013 no contaríamos con el viejo y querido Playa Ancha para las actuaciones del equipo de local.

Mal las autoridades regionales, mal los dirigentes caturros, mal el fútbol chileno que se dice profesional pero tiene problemas dignos del amateurismo.