Otro amargo fin de semana vivió el Decano en Santiago al caer por 2-1 frente a Palestino en un muy mal partido jugado en el estadio de La Cisterna, derrota que no estaba en los planes de nadie y que complica al Decano en su lucho por Copa Sudamericana y Play Offs además de dejar varias dudas y un nuevo lesionado.

Luego de la derrota frente a Universidad de Chile donde Wanderers jugó su peor segundo tiempo del campeonato los comentarios eran bastante mesurados reconociendo la superioridad del rival quien se encuentra en un nivel superior en relación al resto de los equipo chilenos, pero al mismo tiempo al no sumar puntos surgía la necesidad de ganar a Palestino en la fecha siguiente para no quedarse atrás y para revalidar nuestro nivel de juego que tanto había ilusionado al hincha en las primeras fechas.

La semana fue complicada por el tema de las lesiones, quedaban fuera los mejores jugadores del plantel quienes también eran parte de las «revelaciones del campeonato» para la prensa. Agustín Parra fuera por 3 semanas tenía que ceder su lugar a un joven Andrés Robles y el goleador Sebastián Ubilla fuera por una semana permitía el ingreso de Juan Gonzalo Lorca para acompañar a Calandria en delantera. Pero un día antes del partido teníamos un nuevo lesionado, el lateral derecho Oscar Opazo sufría una contractura y tenía que ingresar el inexperto Franz Schultz para cubrir esa plaza.

Por otro lado Salah sorprendía con un cambio de esquema jugando con un rombo en la mitad de la cancha con Méndez al centro, Rusculleda por derecha, Toloza por izquierda y Michael Silva como enganche, por primera vez en el año el placillano tenía la responsabilidad de ser titular en desmedro de Nicolás Martínez quien se había visto muy mal frente a Universidad de Chile, más allá del buen nivel que había mostrado Michael Silva ingresando en los segundos tiempos era una apuesta arriesgada su titularidad tomando en cuenta que el equipo presentaba varios cambios, era una situación completamente distinta a los partidos anteriores.

Y llegó el día del partido con un calor insoportable que recibía a los más de 1000 hinchas porteños que acompañaron al Decano esperando una victoria para seguir peleando arriba por un cupo a la Copa Sudamericana, no pasaron más de 60 segundos y sumábamos un nuevo lesionado, Andrés Robles pisa mal y termina fuera de la cancha y Wanderers pasaba a tener 3 centrales lesionados, Cristián Sepúlveda saltaba a la cancha para acompañar a Godoy en la defensa.

Primer tiempo nefasto para Wanderers, el equipo no pudo entrar en juego ni llegar con peligro al arco del rival, el mediocampo no funcionaba, Michael Silva era incapaz de ser protagonista y echarse el equipo al hombro, Rusculleda por derecha estaba más ocupado cubriendo a Schultz y Sepúlveda que de juntarse con sus compañeros en ofensiva y Toloza nuevamente era un fantasma en la cancha mientras que Lorca y Calandria estaban huérfanos en delantera sin recibir balones con ventaja o algún centro.
En la parte defensiva la cosa fue peor, Palestino por el sector de derecho de Wanderers pasaba sin oposición alguna, Schultz y Sepúlveda no se entendían ni podían contra los atacantes rivales, el central muy limitado técnicamente solo iba al bulto, a chocar contra el rival y despejar cuando podía mientras que el lateral acusaba su falta de inexperiencia y físico, los jugadores rivales se los llevaban en velocidad con mucha facilidad y tampoco se atrevía a pasar al ataque, por el otro lado no había mucha acción ya que Palestino sabía que la debilidad de Wanderers estaba por el sector de la derecha.

Sin embargo, los problemas no se agotan ahí, el mediocampo carecía de marca, solo Sebastián Méndez aportaba en el quite, uno puede decir bueno los otros estaban encargados de la parte ofensiva pero si la disposición táctica es con un rombo en el medio campo los volantes externos tienen la obligación de aportar en la marca más allá de que no sea su función primordial porque si no es regalar todo un sector de la cancha como finalmente ocurrió en ese primer tiempo, Palestino pasó por encima del mediocampo de Wanderers en el primer tiempo, finalmente el 2-0 con el cual terminó el primer tiempo no extrañó a ninguno de los hinchas dado el desarrollo del juego en la cancha.

Un dato para ejemplificar: En el primer tiempo Wanderers recuperó 4 balones, Palestino recuperó 36, la lucha la ganó el local en la mitad de la cancha.

Segundo tiempo, y urgían los cambios en Wanderers, necesitábamos cambiar la cara del equipo, había que recuperar el balón y tener peso ofensivo para lograr un descuento rápido, Villarroel y Martínez eran los hombres a ingresar, finalmente solo el capitán entraba a la cancha luego del descanso por un apagado Michael Silva para asi darle recuperación al mediocampo dándole libertad a Toloza y Rusculleda para que solo pasaran al ataque.

El cambio funcionó, con Villarroel en la mitad de la cancha Wanderers pudo tomar control del balón y acercarse a la portería de Felipe Núñez, Lorca con bastante movilidad picaba al vacío y trataba de abrir la cancha para así habilitar a sus compañeros a diferencia de Calandria quien estaba muy estático y poco participativo, sin embargo pese a algunas llegadas el descuento no llegaba y Salah se la jugaba con el último cambio, Martínez por Sandoval retrasando a Méndez para cubrir la defensa.

Pese a las ganas de Martínez quien hizo jugar a sus compañeros el gol no llegaba y Palestino solo se dedicaba a aguantar el resultado y salir de contra, ya habían hecho su trabajo gracias al tiempo que Wanderers les regaló, un par de tibias llegadas por las bandas con centros que nadie llegó a conectar y el gran gol de Villarroel en los descuentos para firmar una nueva derrota y sembrar muchas dudas respecto al futuro de Wanderers en el campeonato.

Con la lesión de Robles para el próximo partido con Unión Española el titular sería Sepúlveda, un jugador que en el partido con Palestino se le vio muy errático y falto de fútbol, falto de ritmo y tomando en cuenta los delanteros del rival puede que nos pase la cuenta, por esta razón y a título personal, estimo que lo más conveniente es entrar a la cancha el sábado con 2 volantes de contención ya que llevamos 2 partidos sin sumar donde la principal causa de nuestro bajo nivel de juego fue la recuperación del balón el cual no nos permitía adueñarnos del partido ni realizar el juego que nos tenía tan entusiasmados.

En el fútbol está la máxima de que «equipo que gana repite» y si vemos los partidos con la U y Palestino más allá de los cambios obligados la idea de juego era la misma, crear antes que destruir en el mediocampo. Si bien puede sonar contradictorio el querer cambiar a los jugadores que hacían jugar al equipo y eran artífices de goleadas en las fechas pasadas, dado las circunstancias actuales la gran cantidad de lesiones y la fragilidad defensiva mostrada producto de estas no queda más que sacrificar a un volante de salida para ganar en recuperación y hacernos del control del partido porque si no vamos a sufrir bastante en las fechas que vienen.

El partido del sábado debe ser el más importante en lo que va de campeonato, si ganamos seguimos en la lucha por los lugares de avanzada, si perdemos podemos hasta quedar fuera de zona de play offs, esperemos que los jugadores aprendan de estas derrotas y salgan con todo a dejar los 3 puntos en casa porque a esta altura no nos sirve otro resultado.

Los hinchas a asistir en masa, basta de ser los mismos 5 mil fieles de siempre, Wanderers merece jugar con estadio lleno, necesitamos hacer sentir la presión en Playa Ancha y el apoyo al equipo, los partidos importantes se ganan con la fuerza de todos, llenemos Playa Ancha.

¡¡ADELANTE WANDERERS!!