Finalmente el club caturro fue sancionado con el mínimo de partidos sin público en las tribunas, luego de los incidentes acontecidos en el partido frente a Ñublense.  El presidente dio a conocer su malestar y los jugadores lamentaron la situación.

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El Tribunal Autónomo de Disciplina entregó esta tarde el fallo correspondiente a los graves incidentes ocurridos en el Estadio Regional Chiledeportes en el pasado encuentro frente a Ñublense, cuando algunos hinchas ingresaron al terreno de juego y rompieron parte del enrejado de galería, ocasionando la suspensión del partido.

Luego de analizar las imágenes de televisión, el informe del árbitro Claudio Fuenzalida y haber escuchado los descargos de la dirigencia porteña, el Tribunal de Disciplina ANFP resolvió castigar a los caturros con un partido en calidad de local sin público. Esta sanción será aplicada en el compromiso donde Wanderers enfrente a Unión Española este fin de semana.

El fallo, que se decidió en la Primera Sala del Tribunal, dio como resultado en su mayoría (cuatro integrantes) castigar a Wanderers con un partido a puertas cerradas, mientras que sólo Alejandro Musa era de la idea de sancionar al club con dos encuentros sin público.

Al respecto, el presidente Jorge Lafrentz no escondió su malestar por los incidentes que llevaron a esta medida, más aun cuando sucede en vísperas de un nuevo aniversario del club: “es triste y vergonzoso. Estos desmanes hacen tener un costo altísimo como que Wanderers juegue cuando cumple 119 años de vida sin público. Pero estoy mucho más triste por el 99.9% de los wanderinos que van al estadio a apoyar y por culpa de una minoría no podrán hacerlo. Ojalá que sirva de ejemplo para que esto no vuelva a ocurrir en el fútbol ni menos en Playa Ancha”, lamentó. El presidente caturro comentó que esto traerá un daño importante, tanto para el club como para Valparaíso, pues “tiene un impacto en la reputación, en la imagen de Valparaíso, en lo económico y en los jugadores que defienden la camiseta, ya que lo harán en un estadio vacío. Son muchas las consecuencias, la gente no entiende el daño que le hace a su propio equipo. Es evidente que hay cosas por mejorar pero nada justifica que un grupo entre a la cancha a increpar a sus jugadores”.

A su vez, el técnico porteño, Héctor Robles, lamenta esta situación y cree que “es extraño jugar sin público, pero la cosa es así y nosotros sólo tenemos que hacer bien las cosas para poder revertir la incómoda posición en la estamos, con un partido muy correcto y ojalá dejar los tres puntos, que es lo fundamental”.

Para algunos jugadores, como es el caso de Eduardo Lobos, quien debuta este sábado en el arco de Wanderers, no es la situación óptima, pues “uno siempre quisiera jugar con público, que el estadio esté lleno y recibiendo el apoyo, pero por diferentes motivos no se puede y hay que tratar de que al jugar sin público no afecte el rendimiento del equipo y la motivación, pero para mí, en lo personal, no hay problema en ese aspecto”. En tanto el creador porteño, Nicolás Martínez añade que “lo que uno siempre quiere es jugar con gente, porque es más lindo para el espectáculo, pero bueno, eso lo deciden otras personas y nosotros tenemos que jugar con o sin público, y ganar solamente”.