Santiago Wanderers sumó su segunda derrota consecutiva a manos de Unión La Calera en el torneo 2013, volviendo a confirmar el mal juego exhibido en lo que va de este año y los problemas defensivos que se arrastran desde que el Decano volvió a Primera División. Apenas van dos partidos y ya hay que mirar la tabla del descenso.

Luego de la derrota frente a O’Higgins, el partido con Unión La Calera pasaba a cobrar gran importancia tomando en cuenta el complicado fixture del Decano y la urgencia de puntos para no hundirse en el fondo de la tabla de posiciones. Pese a no ser un estadio dentro del Gran Valparaíso, era un encuentro donde Santiago Wanderers debía hacer pesar la localía.

El ingreso de Godoy por el lesionado Parra, Kodogiannis por Bórquez en la mitad de la cancha y el regreso de Cólzera luego de su fecha de suspensión (dejando en la banca a Castillo), eran las novedades de Ivo Basay respecto al encuentro frente a O’Higgins.

El partido no pudo comenzar de peor forma: penal para la visita y a los tres minutos el Decano ya estaba en desventaja. Pese al gol tempranero, Wanderers pudo reaccionar y dar vuelta el marcador con goles de Donoso y Cólzera, pero ya terminando el primer tiempo Calera encontró el empate en un contragolpe luego de un córner mal ejecutado.

El primer tiempo nos dejaba un mal sabor de boca no sólo por el resultado, sino por el hecho de que no había juego. Santiago Wanderers sólo se dedicó a lanzar pelotazos buscando el pivoteo de alguno de sus centrodelanteros, para luego abrir con los volantes externos y que estos centraran al área buscando un compañero. Demasiado básico y predecible.

Sin embargo, los goles se iniciaron con jugadas colectivas en lugar de pelotazos frontales. Esto ocurrió cuando Jorge Ormeño tomó la pelota para habilitar a sus compañeros de gran forma. Los remates al arco derivaron en rebotes que fueron capitalizados por los jugadores porteños. Es importante este punto porque en Rancagua el capitán caturro nunca pasó al ataque, ya que su acompañante (Bórquez) no se lo permitía. Pese a su mal partido, el jugador Giakumis Kodogiannis nos deja un antecedente táctico importante de cara al futuro: un jugador dedicado 100% a la recuperación le daba libertad a Jorge Ormeño para pasar al ataque y hacer jugar al equipo, lo cual derivó en dos goles para Santiago Wanderers que difícilmente habrían llegado por la vía del pelotazo. Esto nos hace pensar que, dadas sus características, Sebastián Méndez será el acompañante de Jorge Ormeño una vez que se encuentre apto para jugar.

El segundo tiempo comienza con un cambio, sale Nicolás López (de pésimo partido) para permitir el ingreso de Jefferson Castillo. De esta forma el playanchino pasaba a la banda izquierda y Ariel Cólzera se desplazaba a la banda derecha.

Con el ingreso de Castillo finalmente Santiago Wanderers comenzó a realizar juego asociado, principalmente por la banda izquierda. El recién ingresado se juntaba con Sandoval y apoyaba en Ormeño. El equipo se vio mucho mejor y no pasó mucho tiempo para que llegara el 3-2 convertido por el mismo Castillo.

Estando Santiago Wanderers en ventaja, el equipo tuvo sus mejores momentos con un Jefferson Castillo inspirado (al parecer le hizo bien estar en la banca), causando estragos en la zona defensiva de Unión La Calera. Paradójicamente, en esos minutos el Decano comenzó a perder el encuentro.

El partido era un monólogo, el equipo caturro llegaba al área calerana y desperdiciaba las ocasiones de gol haciéndonos recordar otro de los problemas que arrastra Wanderers desde hace varias temporadas: la falta de un goleador. No es posible que Luis Salmerón falle cuatro veces solo frente al arco, errando de cabeza y con los pies. Lamentable por un jugador que es querible por su entrega, pero a lo largo de su estadía en el puerto ha mostrado falencias técnicas muy grandes a la hora de la definir.

Con todo para haber asegurado el partido y goleado a su rival, en los minutos finales el equipo caturro terminó perdiendo por 4-3 frente a un rival que jugaba igual o peor, pero que supo aprovechar las oportunidades que se creó.

Una defensa donde sólo Mauricio Prieto entrega seguridad y debe cubrir los espacios que dejan sus compañeros, dos laterales que son verdaderos pasadizos, y problemas de definición de nuestros delanteros son las grandes falencias con las cuales Santiago Wanderers deberá afrontar este campeonato, con la misión de no caer a Primera B a mitad de año. Curiosamente son las mismas de todos los años, pero nuestros dirigentes siguen pensando que tenemos un gran plantel.

La historia vuelve a repetirse casi como un mal chiste: se logra la salvación a final de año, se reconocen las falencias del plantel, se piden refuerzos para solucionar esto y no pasa nada.

Desde la sociedad anónima nos mienten diciendo que tenemos un equipo competitivo para pelear arriba, pero no hay que ser un entendido de fútbol para darse cuenta que no es así. Apenas llevamos dos partidos oficiales este 2013 y ya estamos preocupados por el descenso.

Ahora viene Colo Colo en Santiago y luego Iquique en el norte, dos salidas históricamente complicadas para un Santiago Wanderers urgido de puntos. Arengas van a sobrar de cara a lo que se viene, pero si solo hablamos de fútbol este equipo tiene un oscuro futuro.