El tiempo pasó y llegó el día en que un ciclo debe cerrarse. Un ciclo que tuvo altos y bajos, un proceso lleno de esfuerzo, de recuerdos, de triunfos y derrotas, de alegrías y tristezas.

Todos esos momentos fueron forjando la historia de un tremendo jugador, quien ha sabido representar a cada uno de los porteños y Wanderinos por el mundo.

El símbolo, el emblema, el escudo hecho persona. Van a faltar palabras para poder decirte todo lo que significas para este club y en particular para sus hinchas. Será un momento de nostalgia porque ya no te veremos luchando dentro de la cancha, pero también será un tiempo de fortalecimiento, porque será el momento en que te conviertas en el encargado de traspasar toda tu sabiduría a los demás, sobre todo a las nuevas generaciones.

El momento de la partida nunca es fácil, nos embarga la emoción, pero nunca dudes Villita que en cada eseaene tu estarás presente.

Es el momento que el mundo entero te despida como te lo mereces, como el luchador que eres y como el gran capitán y referente que fuiste y seguirás siendo.

Nunca olvidaremos todo lo que diste por el club y tu nombre traspasará las generaciones, porque eres el símbolo, el gran Moisés Fermín Villarroel Ayala.

¡HASTA SIEMPRE CAPITAN!