Wanderers sumó una nueva derrota en el torneo, esta el verdugo fue Iquique a quien el Decano nunca ha podido vencer jugando en primera división, un 2-1 en contra que nos deja estancados en al séptima posición pero ahora compartiendo el lugar con cuatro equipos más a quienes Wanderers aventaja solo por la diferencia de gol, el partido con Cobreloa en Playa Ancha es nuestra final, vamos a play offs o los vemos por tv.

En la previa al partido con Iquique había cierta ilusión por rumores sobre la recuperación de Agustín Parra y la posibilidad de volver a jugar con el equipo de la primera mitad del campeonato, de volver al toque-toque y al gran juego del medio campo, finalmente fue solo una ilusión y Wanderers llegaba a la primera región sin Parra ni Toloza y con Martínez en la banca.

Salah improvisó un equipo que no había jugado en todo el año, poniendo a Ordenes como titular por primera vez abierto por el lado derecho, Rusculleda por la izquierda y Mendez con Villaroel en la conteción, una formación bastante extraña porque no había ningún jugador que en el papel fuera a tomar el control del juego y habilitar a los delanteros, todo daba para pensar que Wanderers volvería a ser un equipo partido e inconexo que solo podía apostar al pelotazo a los delanteros.

Wanderers entraba a la cancha del Tierra de Campeones con el peso de la historia en contra y es que los caturros jamás han logrado vencer a Iquique jugando por primera división, 7 triunfo celestes y 5 empates marcaba el historial.

Primer tiempo nefasto para Wanderers, como si avisoraba en la previa al tener un mediocampo plagado con hombres de marca y a Rusculleda solo en funciones «creativas» sin poder juntarse con algún otro compañero como lo hacía antes nos daba como resultado a un equipo quebrado y pese a la gran cantidad de marca en la mitad de la cancha Iquique era quien dominaba el partido casi sin contrapesos y Wanderers solo recuperaba la pelota cuando esta se iba fuera, una réplica del partido pasado frente a O’Higgins.

El 1-0 a favor de los locales no fue sorpresa para nadie, era lo más justo en cuanto al desarrollo del partido, una sucesión de errores partiendo por Sandoval (ya no es el de las primeras fechas) quien pierde la pelota cerca del área y luego fallas en las marcas de los centrales dejaban la mesa servida para que Ramos marcara el primero.

Luego del gol Wanderers algo intentó pero sin éxito, solo remates de fuera del área bien controlados por Naranjo, no había juego ni fútbol, el «rengo» Diaz era el dueño del mediocampo y del partido, para variar Viana salvaba un par de ocasiones de gol y solo se podía salir reventando la pelota, un panorama nefasto para Wanderers quien veia como se acercaba una nueva derrota.

El segundo tiempo comenzó con dos cambios, el ingreso de Martínez por Ordenes y el de Silva por Ubilla, este último por problemas estomacales. Salah enmendaba su error inicial y ponía un jugador que hiciera el fútbol en la mitad de la cancha y también pudiera juntarse con Rusculleda.

Pese a los cambios el aprtido seguía igual, hasta que llegó el empate, un córner de Rusculleda es pivoteado por Sepúlveda para que Mendez (el mejor de Wanderers) marcara el 1-1 devolviendole la ilusión a los hinchas de por lo menos rescatar un punto que tomando en cuenta los otros resultados y el desarrollo del partido era un tesoro.

Luego del empate el partido fue de ida y vuelta, tal vez con más ganas que fútbol Wanderers lograba acercarse al arco de Naranjo, esto porque los jugadores pese a cambiarle la cara al equipo por una cuestión lógica-posicional cometían los mismos errores a los que nos tienen acostumbrados como quedarse mucho con la pelota o fallar en la definición, sin embargo ahora habían dos rivales en la cancha y el triunfo era un resultado posible.

Sin embargo, los errores defensivos nos devolverían a nuestra triste realidad, una pelota mal despejada le queda servida a Bogado quien remata y marca el 2-1, un balde de agua fría para el Decano, un error infantil nos costaba el partido.

Luego de eso vinieron un par de intentos más, todos mandados al córner por Naranjo pero al parecer la historia ya estaba escrita, incluso en la última jugada del partido este se pudo ganar pero el arquero Iquiqueño atajaría de forma espectacular un cabezazo de Sepúlveda y un posterior remate a 2 metros del arco para salvar el triunfo de su equipo, la atajada de su vida y el fin del partido.

Pese a las ganas y a la mejoría en el segundo tiempo la verdad es que Wanderers mereció perder en el norte, Iquique fue superior a lo largo de los 90 minutos (en el primer tiempo nos pasaron por encima) y el triunfo al final era lo más justo, finalmente nuestras mejores llegadas fueron de pelota parada, algo impensado hace 5 fechas cuando eramos un equipo protagonista el cual tomaba el control del partido tocando en la mitad de la cancha y llegando al arco contrario construyendo jugadas.

Ahora tenemos nuestra final el sábado a las 16:00 horas frente a Cobreloa en Playa Ancha, si ganamos lo más probable es que clasifiquemos a play offs, si perdemos o empatamos lo más probable es que nuevamente tengamos que verlos por tv, esperemos que ahora si Salah cuente con plantel completo y pueda parar el equipo de las primeras 10 fechas y volver a jugar fútbol porque lo necesitamos imperiosamente, quedar fuera de play offs sería un fracaso rotundo y un duro golpe a este equipo quien se había ilusionado con lograr algo luego de mucho tiempo.

Todos al estadio el sábado, no hay otra alternativa, no sirve alentar detrás de un televisor, la localía se hace valer en las tribunas y el apoyo del público hace que el jugador corra más en la cancha, todos al estadio el sábado porque jugamos nuestra final.