Días antes del partido con Cobreloa, se hablaba que con los Loínos se conocería realmente el nivel del equipo Caturro. Ganar – a mi gusto- no era una obligación, sencillamente porque la historia no estaba a nuestro lado, pero si había un deber, y esa era demostrar o ratificar todo lo que se había mostrado en los encuentros anteriores, con un cuerpo técnico que desde el minuto que asumió la dirección técnica comenzó a trabajar.

Un DT claro en sus conceptos, sin rodeos, sencillo, y abierto a dialogar de fútbol. Acompañado de todo el resto del cuerpo técnico, destacando a su Preparador Físico. Todo esto, nos permiten soñar con un Wanderers protagonista del torneo.

Un Wanderers que estando en Calama, con más de 2000 mts. de altura, con una cancha en pésimo estado y con un gol en contra producto de un error, fue capaz de revertir todas esas desventajas y dificultades, para colocarse el overol y traerse merecidamente los 3 puntos como visitante.

El Decano, mostró facetas que en procesos anteriores no lo había hecho. Un equipo con equilibrio, vertical, y con una tranquilidad en momentos precisos. Psicológicamente y mentalmente, el equipo se ve sólido. No es fácil reponerse después del error de Castellón, pero pese a esto, el equipo lo logró. Con un Castellón que parecía tener la madurez de un tipo de 30 años para sobre ponerse ante ese hecho fortuito. Sorprendente.

Destacar la labor de la línea defensiva, donde los 3 defensas, dan seguridad y tranquilidad al resto del equipo, imponen respeto, y eso se traspasa a jugadores y la hinchada. Acompañados por un Abarca esforzado, y un Barriga que moja la camiseta como si hubiese nacido en Wanderers, emociona.

Pongámonos en el caso que alguien hubiese visto a Wanderers por primera vez en su vida, esa persona ¿Se hubiese dado cuenta que Jorge Ormeño tiene 37 años? Lo dudo. Físicamente y futbolísticamente, nuestro capitán, parece un veinteañero, nada que reprocharle, su trabajo en el campo de juego, haciendo dupla con Marco Medel le da una salida clara a nuestro equipo.

Jorge Luna, no lleva ni 2 semanas y se adaptó al esquema que pide el director técnico. Su juego le da la cuota de sorpresa necesaria a un Wanderers solido, estructurado y ordenado. Su magia hace recordar la importancia de un 10 en los equipos. Goles y pases precisos le dan un plus que hace años no se veía en Wanderers. El DT lo esperó, y no lo defraudó.

Otro cuestionado, Matías Mier. En este proceso se le ve más cómodo, con más seguridad y con la confianza del cuerpo técnico y sus compañeros. Aportando al equipo, físicamente en muy buen estado en comparación con el semestre anterior. Incluso se dio el gusto de convertir después de hacer un pique de 25 metros, donde lo habilitó magistralmente Jorge Luna. Está aportando, se debe reconocer su avance. Es el goleador del proceso Astorga con 3 goles en 5 partidos oficiales. A seguir así Matías.

El pájaro, poco antes de que llegase a Wanderito, leí por ahí, que era un pecho frío. ¿Pecho frío? Espero que con su destacado desempeño en el Norte, todas esas dudas se hayan esfumado. Corrió y le pegaron todo el partido, arrastró marcas, habilitó de taco, se creó ocasiones, no le cobraron un penal. Su trabajo táctico es sensacional, si sigue así, sin lugar a dudas, es y será un tremendo aporte para Wandereres. No convirtió, pero su desempeño ayudo para que el equipo lograra su segunda victoria en Calama de toda la historia.

Cuando un cuerpo técnico trabaja, se nota en pequeños detalles, independiente si los resultados no se dan. Esperemos que Astorga sea para Wanderers, tal como lo es Valparaíso a Wanderito.

José Tomás Gubler Cruz
@Josetogubler