Viernes 29 de julio del 2011, en Santiago Colo Colo presenta a sus nuevos refuerzos, uno de ellos un goleador porteño de 22 años llamado Carlos Muñoz, lo que ningún wanderino quería se había hecho realidad, se había concretado una nueva venta de un canterano a un equipo de Santiago.

Juan Pablo Enríquez
http://twitter.com/JuanEnriquezSW

Dicen que las teleseries siempre tienen un final feliz, pero la teleserie de Carlos Muñoz (como el mismo la definió) tuvo un triste y amargo final para todos los wanderinos ya que veíamos como nuevamente la Sociedad Anónima incumplía sus promesas y como un wanderino partía a la capital por culpa del vil dinero.

Terminado el campeonato de apertura todos en Wanderers teníamos la certeza de que Muñoz no seguiría en el club por la gran campaña realizada con el Decano, por las ofertas que tuvo finalizado el año 2010 que finalmente no se concretaron y por su nominación a la Copa América, Muñoz era demasiado jugador para un equipo que está peleando el descenso. Por su parte la S.A. conciente del tesoro que tenía en sus manos sabía que este era el momento para venderlo ya que no había certeza de poder concretar una venta en el futuro por el bajo nivel que muestra el equipo ¿quién va a fijarse en un jugador que está peleando el descenso en Chile? muy difícil, había que aprovechar su reciente fama y el trampolín que era la Copa América.

Pasaron las semanas y se nos decía que habían ofertas de los clubes de Santiago y otras del exterior pero que nada se concretaba aun, que se estaba analizando el tema para buscar la mejor alternativa para el club y el jugador, sin embargo, cada vez que un dirigente tenía la oportunidad recalcaba que la idea de Wanderers era venderlo si o si al extranjero y de paso consagrarse como un club exportador, no volver a cometer el mismo error que con Eugenio Mena.

Sin embargo y a pesar de que el discurso de los dirigentes no cambiaba, los rumores se sucedían respecto a que Muñoz partiría a Santiago, en las redes sociales distintos periodistas lo daban seguro en la capital causando preocupación por parte de los hinchas quienes no queríamos que se repitiera la historia, no queríamos ver a otro wanderino vistiendo otra camiseta en Chile.

Finalmente todos estos temores fueron despejados producto de una reunión de directorio el día lunes 25 de julio de donde emanó la formación de una comisión para decidir el tema de la venta de Carlos Muñoz, se acordó que se vendía si o si y se daba plazo de una semana para que se concretaran todas las ofertas provenientes del extranjero y se daba a entender que quedaba descartada la posibilidad de venderlo a un equipo chileno, todos felices, nuestro goleador se iba por la puerta grande al extranjero a seguir triunfando, un orgullo para todos los hinchas.

Martes 26 de julio, el día que se pudrió todo, se confirmaba el traspaso de Carlos Muñoz a Colo Colo, 1,5 millones de dólares por el 50% de su pase, nuevamente se engañaba al hincha y se lo pasaba a llevar, se repetía la historia de Mena.

Analizando en frío, el gran problema de todo esto no es la venta en sí de Muñoz a Colo Colo, el club tiene la legitimidad de vender jugadores a donde estimen conveniente y los jugadores tienen la misma legitimidad para jugar donde ellos quieran. El problema radica en el engaño de los dirigentes y accionistas, se volvió a romper la promesa de sólo vender jugadores al extranjero, todo el discurso previo en la fase de negociaciones quedó sin valor alguno y finalmente la reunión de directorio que duró horas para acordar formar una comisión que trabajara con tiempo el tema de la venta de Muñoz fue una farsa o una pérdida de tiempo porque la decisión ya estaba tomada.

Pero aún hay más, pasado los días la prensa realiza reportajes sobre la famosa reunión de directorio para denunciar quiebres al interior del grupo que dirige Santiago Wanderers, por un lado estaban los dirigentes involucrados con el club y por otro los accionistas que ven esto como un supermercado o una empresa de retail, sólo les importa generar utilidades, para ellos Wanderers y Valparaíso es un mundo desconocido. Esta situación se torna grave cuando advertimos que la decisión pasa por este último grupo porque finalmente el futuro de Wanderers depende de personas a quienes no les importa el club, el mejor reflejo de esto son las declaraciones del accionista Bejide, quien dijo en la reunión que no le importaba que el club perdiera la categoría siempre y cuando generara utilidades, una falta de respeto para jugadores, dirigentes, cuerpo técnico y a todos los hinchas.

Por este medio emplazo al resto de la mesa directiva quienes deberían exigir la renuncia del Sr Bejide y de todos quienes tengan un pensamiento como el suyo, porque nos están condenando a un futuro nefasto.

Y así terminó la teleserie de Carlitos a quien le deseo lo mejor porque se lo merece, un porteño que le ganó al a vida, humilde en el triunfo y en la derrota, con la personalidad de decirle a toda la prensa santiaguina que él es wanderino cuando esta le achacaba los colores de otro club. Éxito Carlos, a seguir haciendo goles, a seguir ganándose nominaciones a la selección, pronto te veremos en el extranjero y algún día de vuelta en Playa Ancha porque como tú dijiste esto es sólo un «hasta pronto».