Terminó la Copa América, terminó la Copa Chile (para Wanderers) y se nos viene el torneo de clausura, ahora los puntos son de verdad y la derrota no es una alternativa para este equipo que, producto de un pésimo torneo de apertura, no cuenta con margen de error. A sumar o nos vamos a la B.

Juan Pablo Enríquez
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A menos de una semana del inicio del nuevo torneo, según nuestros dirigentes, Wanderers ya tiene su plantel conformado y no habría eventual espacio para nuevos refuerzos, ya que aseguran que con los 3 que llegaron, además de nuestros canteranos, podremos hacer un buen torneo, pelear arriba, entrar a play offs y ni siquiera preocuparnos por el descenso. No podría estar más en desacuerdo con estas palabras.

En primer lugar, no podemos decir que el descenso no es tema, porque empezamos el torneo sólo un puesto más arriba de los lugares de la promoción, y recibimos en Playa Ancha al Ñublense de Garcés en la primera fecha, que se viene a jugar la vida en ese para salir del fondo de la tabla y de paso, Peineta buscará amargarle la tarde a quienes lo echaron del club. Partido de 6 puntos para Wanderers donde hay que ganar o ganar.

Respecto a las nuevas incorporaciones el tema es complicado respecto a los argentinos (a Vergara lo dejamos aparte porque ya jugó un par de partidos y el tipo responde). Martínez y Rusculleda son una gran incógnita, pues si bien uno investiga sobre estos jugadores y se encuentra con buenos comentarios por parte de hinchas argentinos o de los equipos donde jugaron, el problema surge cuando vemos su historial reciente, ese que dice que ambos jugadores llevan 6 meses sin jugar un partido, cortados, lesionados, sin club. La razón no importa, porque el hecho concreto es que vienen sin ritmo futbolístico. Lo anterior nos juega en contra, primero, porque van a demorarse un par de partidos en alcanzar su óptimo rendimiento, y segundo y de la mano con esto: ¿qué pasa si su mejor rendimiento no alcanza para lo que quiere el equipo? quedamos igual o peor que en el apertura, plata perdida y a seguir sufriendo. Por el bien de todos esperamos que no sea así y de una vez por todas los refuerzos respondan. Sin embargo, aunque nuestros refuerzos rindan no podemos obviar que nuevamente se actuó mal por parte de la dirigencia. En primer lugar, la lentitud de todo esto, semanas sin ni siquiera un rumor y nuestro DT que no respondía con nombres ni plazos. Sin poder afirmarlo, pero dado el modus operandi de todo esto, me atrevo a decir que Llop no pide los jugadores (como pasa en todos los clubes del mundo), sino que los dirigentes le ofrecen nombres y este está obligado a aceptarlos. Así la cosa no funciona, el DT es quien tiene que armar su equipo. Pero además tenemos el problema de la calidad de los refuerzos, el hincha podía pensar que la tardanza era porque se estaba negociando con jugadores de nivel, pero ¡oh sorpresa! traemos 2 argentinos que no han jugado en todo el año. Al parecer Wanderers va a una oficina en Argentina de jugadores cesantes a buscar refuerzos, tal vez el próximo año contratemos a los del SIFUP.

Esperemos que los refuerzos, sean eso y le den peso y juego a este equipo. Si funcionan no deberíamos andar mal, pero si no, vamos a tener que estar haciendo mandas a Emile Dubois a fin de año para no irnos a la B.

Para cerrar el tema del plantel, llegan unos pero también se fueron otros y eso no es menor porque perdimos a nuestro 10 de los últimos años: Pablo López, cortado por Llop, según él por motivos de rendimiento, pero curiosamente el equipo jugaba aún peor sin el Rumpy. El otro que se va lo hace por la puerta grande, pero no de la manera que todos esperábamos. Se nos va nuestro goleador Carlos Muñoz a Colo Colo. El mejor de este equipo por lejos, el que nos salvó más de la mitad de los partidos en el apertura, Wanderers pierde una cantidad considerable de goles y dudo que con los jugadores que tenemos podamos suplirlos. Finalmente, en el papel enfrentamos este clausura más debilitados que el apertura, cuando estábamos obligados a mejorar para no seguir sufriendo.

Para terminar, una mención a Llop: no vale la pena seguir insistiendo que el equipo no juega a nada o que lo mejor que podemos esperar son 25 minutos de buen fútbol para luego volver al pelotazo frontal y terminar el partido escuchando el típico «jugamos bien, fallamos en detalles». Ahora bien, según los dirigentes y el propio Llop, con  los refuerzos la cosa cambia y tenemos todos los puestos cubiertos. De no pasar nada raro, Llop formaría este clausura con un 4-3-3 o un 4-5-1 donde ataja Reyes, Parra por derecha y Pérez por izquierda, los centrales serían Godoy con Vergara, en la contención el único fijo es Quiroga, su acompañante sale de grupo de Villarroel, Méndez y Robles, más adelantado el enlace, el 10, el conductor será Martínez (quien con la partida de López no tiene reemplazante así que no se puede lesionar ni lo pueden expulsar) y adelante Ubilla por derecha, Rusculleda por izquierda y Barrales en el área. ¿Alcanza para salvarse? ¿Alcanza para pelear arriba? Eso dependerá del rendimiento de los refuerzos en gran medida, porque al resto ya los conocemos, pero también dependerá de nuestro DT, que no cometa los mismos errores del apertura, que no  cambie el esquema y a los jugadores todas las fechas. Es necesario lograr mecanicidad y cohesión, finalmente funcionar como un equipo y no tener 11 jugadores corriendo para cualquier lado tirando pelotazos.

Complicado panorama para Wanderers de cara al clausura, parece que será otro torneo para sufrir, esperemos que las cosas se hagan bien y este grupo de jugadores pueda darle alegrías al puerto, porque pasan dirigentes, técnicos y jugadores, pero el hincha siempre está y se merece lo mejor.

¡¡ADELANTE WANDERERS!!