Con un golazo de Rubén Darío Gigena terminando el primer tiempo y una escapada de Carlos Muñoz, que volvió a anotarle al tradicional rival, el Decano se quedó con el Clásico Porteño 153 y hundió al cuadro oro y cielo, que complica aún más su permanencia en Primera División.

El primer tiempo fue un choque de fuerzas contenidas, como buen clásico, se jugó a un ritmo intenso pero sin mucha claridad y osadía. Ambas escuadras se estudiaron por largos minutos de la etapa inicial, y por consecuencia, demoraron sus ataques al arco contrario. En el juego, los Caturros se pararon bien en la cancha, siendo capaces de manejar el balón en el mediocampo durante la mayor parte del tiempo, concentrados en el partido, y con la sangre fría suficiente para aprovechar las oportunidades que les brindaría el duelo.

Everton, por su lado, tuvo jugadas claras de gol en el primer tiempo – la mayoría protagonizadas por el delantero Guevgeozián – que no terminaron en gol, en gran medida, gracias a la segura intervención del portero David Reyes bajo los tres palos.

A los 39 minutos del primer tiempo, Rubén Darío Gigena aprovechó el rebote del balon, en el pie de von Schwedler tras un centro enviado por Villarroel, para acomodarse y con lucida contorsión de tijera en el área grande marcar el uno a cero. Luego vino el descanso, y después un segundo tiempo decisivo.

En el complemento Everton salió a buscar el partido, y durante los primeros minutos hicieron trabajar en un 100% a la zaga Caturra. Pero el entusiasmo ruletero duró poco. A los 59 minutos, Carlos Muñoz, después de un pase en profundidad de José Luis Jiménez, decretó el resultado definitivo del partido: 0-2 a favor de los Porteños y una nueva victoria de Santiago Wanderers sobre Everton de Viña del Mar, su clásico rival.

A partir de ese momento todo fue una fiesta para los hinchas porteños, que veían como su equipo apostaba al contragolpe para cuidar la ventaja y administrar los tiempos del partido, cosa que lo logró ante un Everton que exhibió muchas ganas pero pocos argumentos para acercarse al gol.

Los ruleteros intentaron equilibrar la balanza sin mayor éxito. Wanderers manejó el duelo con la tranquilidad de un marcador casi irreversible ante la realidad futbolística del oponente. El Clásico número 153 terminó sin más preámbulos, con un pueblo Wanderino que no dejó de cantar ni festejar en ningún momento, y un equipo que con sangre fría supo imponerse en el partido más importante del año.

Además, el juego estuvo marcado por el llanto del eterno capitán caturro Moisés Villarroel, quien se retiró en el minuto 51 acusando una nueva lesión y que, según contó el propio jugador, al final del partido, no trató adecuadamente para actuar en este compromiso: «Es un desgarro que arrastro hace más de mes y medio. Médicamente no debía estar, pero me preguntaron mil veces si estaba bien y las mil veces mentí porque quería estar en el partido».

En este partido se vio muy bien complementado a los 11 que estaban en cancha,, mostrando buena concentración en y todas las líneas, pero sin duda entre los más destacados se encuentra Sebastián Méndez, quien la mayota de las veces pasa casi desapercibido en la cancha pero su actitud y garra que demuestra siempre es fundamental en el mediocampo caturro

Wanderers se queda nuevamente con un clásico, imponiendo por este 2010 una paternidad absoluta sobre su mayor archirrival. Los de Jorge ‘Peineta’ Garcés  suman 34 puntos y se empiezan a olvidar de la parte más baja de la tabla, alejandose de los puestos de riesgo.

El plantel de Santiago Wanderers, mañana domingo, reiniciara inmediatamente las practicas en Mantagua en jornada matinal, para ya empezar a planificar su próximo encuentro frente a Audax Italiano, el domingo 31 de Octubre a las 17:30 horas.


EVERTON 0-2 SANTIAGO WANDERERS
39′ Rubén Darío Gigena; 59′ Carlos Muñoz

Motivo: Campeonato Nacional Petrobras 2010, 28ª jornada
Lugar: Estadio Sausalito de Viña del Mar
Público: 7.813 espectadores

SANTIAGO WANDERERS (3-4-3):
1 David Reyes; 4 Héctor Desvaux, 23 Rodrigo Barra, 20 Éric Godoy; 24 César Talma, 5 Sebastián Méndez, 15 Moisés Villarroel (51′ 6 Giakumis Kodogiannis), 8 Franco Quiroga; 11 José Luis Jiménez, 9 Rubén Darío Gigena (73′ 10 Pablo López) y 16 Carlos Muñoz (87′ 14 Sebastián Ubilla).
Banca: 12 Mauricio Viana, 6  Giakumis Kodogiannis, 18 Andrés Robles, 10 Pablo López, 30 Roberto Luco, 7  Michael Silva y 14 Sebastián Ubilla.
Entrenador: Jorge Garcés

EVERTON (4-4-2): 12 Sebastián Pérez; 23 Fernando Saavedra, 3 Cristián Oviedo, 18 Álex Von Schwedler, 13 Sebastián Montesinos (56′ Gabriel Cárcamo); 21 Maximiliano Ceratto, 5 Nicolás Freitas, 26 Lizandro Henríquez (65′ Matías Blásquez), 16 Hugo Díaz; 9 Mauro Guevgeozian y César Cortés.
Banca: Carlos Lemus, 2  Matías Blázquez, 10 Lucas Nanía, 15 Adrián Rojas, 16 Juan Bottaro, 22 Gabriel Cárcamo y 30 Eduardo Pizarro.
Entrenador:
Diego Osella

Árbitros:
Pablo Pozo; Juan Maturana, Manuel Rodríguez; y Manuel Acosta
Tarjetas amarillas:
23′ S. Méndez, 41′ R. D. Gigena, 60′ C. Muñoz, 69′ E. Godoy (SW); 15′ L. Henríquez, 16′ S. Montesinos, 85′ Á. Von Schwedler (EVER)

inando el primer tiempo y una escapada de Carlos Muñoz, que volvió a anotarle al tradicionaal rival, el Decano se quedó con el Clásico Porteño 153 y hundió al cuadro oro y cielo, que complica aún más su permanencia en Primera División.

El primer tiempo fue un choque de fuerzas contenidas, como buen clásico, se jugó a un ritmo intenso pero sin mucha claridad y osadía. Ambas escuadras se estudiaron por largos minutos de la etapa inicial, y por consecuencia, demoraron sus ataques al arco contrario. En el juego, los Caturros se pararon bien en la cancha, siendo capaces de manejar el balón en el mediocampo durante la mayor parte del tiempo, concentrados en el partido, y con la sangre fría suficiente para aprovechar las oportunidades que les brindaría el duelo.

Everton, por su lado, tuvo jugadas claras de gol en el primer tiempo – la mayoría protagonizadas por el delantero Guevgeozián – que no terminaron en gol, en gran medida, gracias a la segura intervención del portero David Reyes bajo los tres palos.

A los 40 minutos del primer tiempo, Rubén Darío Gigena puso a los Caturros en ventaja con un certero remate al arco en el área grande. Luego vino el descanso, y después un segundo tiempo decisivo.

En el complemento Everton salió a buscar el partido, y durante los primeros minutos hicieron trabajar en un 100% a la zaga Caturra. Pero el entusiasmo ruletero duró poco. A los 60 minutos, Carlos Muñoz, después de un pase en profundidad de José Luis Jiménez, decretó el resultado definitivo del partido: 0-2 a favor de los Porteños y una nueva victoria de Santiago Wanderers sobre Everton de Viña del Mar, su clásico rival.

A partir de ese momento todo fue una fiesta para los hinchas porteños, que veían como su equipo apostaba al contragolpe para cuidar la ventaja y administrar los tiempos del partido, cosa que lo logró ante un Everton que exhibió muchas ganas pero pocos argumentos para acercarse al gol.

Los ruleteros intentaron equilibrar la balanza sin mayor éxito. Wanderers manejó el duelo con la tranquilidad de un marcador casi irreversible ante la realidad futbolística del oponente. El Clásico número 153 terminó sin más preámbulos, con un pueblo Wanderino que no dejó de cantar ni festejar en ningún momento, y un equipo que con sangre fría supo imponerse en el partido más importante del año.

Además, el juego estuvo marcado por el llanto del eterno capitán caturro Moisés Villarroel, quien se retiró en el minuto 51 acusando una nueva lesión y que, según contó el propio jugador, al final del partido, no trató adecuadamente para actuar en este compromiso, «Me preguntaron mil veces si estaba bien y las mil veces mentí porque quería estar»

En este partido se vio muy bien complementado a los 11 que estaban en cancha,, mostrando buena concentración en y todas las líneas, pero sin duda entre los más destacados se encuentra Sebastián Méndez, quien la mayota de las veces pasa casi desapercibido en la cancha pero su actitud y garra que demuestra siempre es fundamental en el mediocampo caturro

Wanderers se queda nuevamente con un clásico, imponiendo por este 2010 una paternidad absoluta sobre su mayor archirrival. Los de Jorge ‘Peineta’ Garcés  suman 34 puntos y se empiezan a olvidar de la parte más baja de la tabla, alejarse del descenso, mientras

El plantel de Santiago Wanderers, mañana domingo, reiniciara inmediatamente las practicas en Mantagua en jornada matinal, para ya empezar a planificar su próximo encuentro frente a Audax Italiano.


EVERTON 0-2 SANTIAGO WANDERERS
40′ Rubén Darío Gigena; 60′ Carlos Muñoz

Motivo: Campeonato Nacional Petrobras 2010, 28ª jornada
Lugar: Estadio Sausalito de Viña del Mar
Público: 7.813 espectadores

SANTIAGO WANDERERS (3-4-3):
1 David Reyes; 4 Héctor Desvaux, 23 Rodrigo Barra, 20 Éric Godoy; 24 César Talma, 5 Sebastián Méndez, 15 Moisés Villarroel (51′ 6 Giakumis Kodogiannis), 8 Franco Quiroga; 11 José Luis Jiménez, 9 Rubén Darío Gigena (73′ 10 Pablo López) y 16 Carlos Muñoz (87′ 14 Sebastián Ubilla).
Banca: Mauricio Viana, Giakumis Kodogiannis, Andrés Robles, Pablo López,  Roberto Luco, Michael Silva y Sebastián Ubilla.
Entrenador: Jorge Garcés

EVERTON (4-4-2): 12 Sebastián Pérez; 23 Fernando Saavedra, 3 Cristián Oviedo, 18 Álex Von Schwedler, 13 Sebastián Montesinos (56′ Gabriel Cárcamo); 21 Maximiliano Ceratto, 5 Nicolás Freitas, 26 Lizandro Henríquez (65′ Matías Blásquez), 16 Hugo Díaz; 9 Mauro Guevgeozian y César Cortés.
Banca: Carlos Lemus, Matías Blázquez, Lucas Nanía, Adrián Rojas, Juan Bottaro, Gabriel Cárcamo y Eduardo Pizarro.
Entrenador:
Diego Osella

Árbitros:
Pablo Pozo; Juan Maturana, Manuel Rodríguez; y Manuel Acosta
Tarjetas amarillas:
23′ S. Méndez, 61′ C. Muñoz (SW); 16′ L. Henríquez, 17′ S. Montesinos, 86′ Á. Von Schwedler (EVER)

El primer tiempo fue un choque de fuerzas contenidas, como buen clásico, se jugó a un ritmo intenso pero sin mucha claridad y osadía. Ambas escuadras se estudiaron por largos minutos de la etapa inicial, y por consecuencia, demoraron sus ataques al arco contrario. En el juego, los Caturros se pararon bien en la cancha, siendo capaces de manejar el balón en el mediocampo durante la mayor parte del tiempo, concentrados en el partido, y con la sangre fría suficiente para aprovechar las oportunidades que les brindaría el duelo.

Everton, por su lado, tuvo jugadas claras de gol en el primer tiempo – la mayoría protagonizadas por el delantero Guevgeozián – que no terminaron en gol, en gran medida, gracias a la segura intervención del portero David Reyes bajo los tres palos.

A los 40 minutos del primer tiempo, Rubén Darío Gigena puso a los Caturros en ventaja con un certero remate al arco en el área grande. Luego vino el descanso, y después un segundo tiempo decisivo.

En el complemento Everton salió a buscar el partido, y durante los primeros minutos hicieron trabajar en un 100% a la zaga Caturra. Pero el entusiasmo ruletero duró poco. A los 60 minutos, Carlos Muñoz, después de un pase en profundidad de José Luis Jiménez, decretó el resultado definitivo del partido: 0-2 a favor de los Porteños y una nueva victoria de Santiago Wanderers sobre Everton de Viña del Mar, su clásico rival.

A partir de ese momento todo fue una fiesta para los hinchas porteños, que veían como su equipo apostaba al contragolpe para cuidar la ventaja y administrar los tiempos del partido, cosa que lo logró ante un Everton que exhibió muchas ganas pero pocos argumentos para acercarse al gol.

Los ruleteros intentaron equilibrar la balanza sin mayor éxito. Wanderers manejó el duelo con la tranquilidad de un marcador casi irreversible ante la realidad futbolística del oponente. El Clásico número 153 terminó sin más preámbulos, con un pueblo Wanderino que no dejó de cantar ni festejar en ningún momento, y un equipo que con sangre fría supo imponerse en el partido más importante del año.

Además, el juego estuvo marcado por el llanto del eterno capitán caturro Moisés Villarroel, quien se retiró en el minuto 51 acusando una nueva lesión y que, según contó el propio jugador, al final del partido, no trató adecuadamente para actuar en este compromiso, «Me preguntaron mil veces si estaba bien y las mil veces mentí porque quería estar»

En este partido se vio muy bien complementado a los 11 que estaban en cancha,, mostrando buena concentración en y todas las líneas, pero sin duda entre los más destacados se encuentra Sebastián Méndez, quien la mayota de las veces pasa casi desapercibido en la cancha pero su actitud y garra que demuestra siempre es fundamental en el mediocampo caturro

Wanderers se queda nuevamente con un clásico, imponiendo por este 2010 una paternidad absoluta sobre su mayor archirrival. Los de Jorge ‘Peineta’ Garcés  suman 34 puntos y se empiezan a olvidar de la parte más baja de la tabla, alejarse del descenso, mientras

El plantel de Santiago Wanderers, mañana domingo, reiniciara inmediatamente las practicas en Mantagua en jornada matinal, para ya empezar a planificar su próximo encuentro frente a Audax Italiano.