La hazaña la realizó el recodado equipo de «Los Panzers» que con el angustioso empate 3 a 3 con Audax Italiano, permitió a los porteños abrazarse alrededor del máximo trofeo en el futbol de la Primera División.
Dos hechos para resaltar: nuevamente se fue campeón en un estadio foráneo y otra vez en la banca, tras diez años de espera, estuvo José «Gallego» Pérez.
Ese año hubo dos torneos; uno metropolitano, con los equipos de Santiago, y otro Provincial. Clasificarían los seis primeros de cada torneo, para posteriormente disputar un Campeonato de Honor, donde el campeón y vice campeón irían a la Copa Libertadores de América.
Santiago Wanderers en el Torneo Provincial ocupo el tercer lugar con 21 puntos detrás de Concepción (23) y Green Cross (22), lo que les permitió tener la oportunidad de disputar el título.
La campaña no fue la mejor, sin embargo, conto con la suerte y jerarquía del campeón. No perdió ningún partido con las universidades, también serios aspirantes, de los 8 puntos en disputa, consiguió 6. Este hecho fue fundamental, ya que los caturros fueron campeones con 25 puntos, seguidos por Universidad Católica y Universidad de Chile, ambos con 24 puntos, Wanderers debió luchar mano a mano con los cruzados y azules para alzarse con el cetro. En el tramo final la situación se tornó dramática, a tres fechas del término, Wanderers empato 2 a 2 con la “U” y venció 1 a 0 a la UC. “Los Panzers” quedaban con 22 puntos y las universidades con 20.
En la última fecha, Santiago Wanderers con 24 puntos tuvo que jugar de preliminar en el Estadio Nacional frente a Audax Italiano; mientras que de fondo lo harían Universidad de Chile (23 puntos) con Palestino. En el primer tiempo los caturros ganaban por 2 a 0 y tras un emocionante encuentro terminaron igualados a tres goles, quedando a la espera de lo que podría hacer Palestino ante la “U”. Los miles de fanáticos porteños que habían copado las tribunas del Nacional rogaban que los tricolores obtuvieran al menos un empate para poder celebrar.
Finalizado el primer tiempo en el pleito de fondo, la Universidad de Chile iba ganando por 2 a 0. En el segundo periodo, Palestino ingreso como león herido y a los 19 minutos ya había logrado el empate a 2. Pero la “U” hizo un tercero y, cuando todo se veía de color azul, Moris puso el 3 a 3 final, dando el título de Campeón 1968 a los famosos “Panzers” del puerto. Al igual como había acontecido una década atrás, Santiago Wanderers volvía tocar el estrellato de la primera división.
Valparaíso se desbordo de los cerros al plan de la ciudad para recibir a la caravana de buses que regresaba triunfante desde la capital. El retorno a “Pancho” por la Ruta 68 fue inolvidable.
Cuatro jugadores hicieron la campaña completa, jugando los 36 encuentros y todos los minutos, además fueron la base en la obtención del título: Juan Olivares, Manuel Canelo, Luis Acevedo y Reinaldo Hoffmann. Los jugadores que menos participación tuvieron en la campaña fueron: Ismael Pérez, Juan Torres, José Rodríguez y Nibaldo Alegre.
La formación fue: Juan Olivares; Manuel Canelo, Vicente Cantatore, Manuel Ulloa, Eduardo Herrera; Porcel de Peralta, Luis Acevedo; Juan Álvarez, Luis Córdova (Roberto Bonano), Mario Griguol; y Reinaldo Hoffmann. Director técnico: José Pérez, el “gallego”.
Los pilares de aquella espectacular campaña de “Los Panzers” fueron el arquero, Juan Olivares Marambio, quien jugó 36 partidos del campeonato con una notable regularidad. Manuel Canelo mantuvo el área siempre muy bien cuidada. Vicente Cantatore tuvo oficio y dominio, se complementó sin dificultades con Manuel Ulloa. La fórmula básica del triunfo la instalo la dupla de Porcel de Peralta con Luis “pochoco” Acevedo. El argentino Porcel de Peralta puso el pase preciso y el remate de distancia, mientras que el chileno, la versatilidad para cubrir el área si era necesario.
Mario Griguol fue el goleador e incluso fue más que eso, se convirtió en jugador de toda la cancha contagiando con su chispa y temperamento a Reinaldo Hoffmann. Roberto Bonano, con dificultades de ambientación a su llegada al plantel, falto a 16 partidos pero fue un refuerzo importantísimo en la última etapa del torneo aportando con goles. Luis Córdova, tradicionalmente considerado suplente, solo falto a 10 encuentros y fue un valioso «comodín» en el cuadro porteño. Juan “tanque” Álvarez coloco el empuje y coraje. Mientras que el uruguayo Alberto Ferrero, siempre luchó entusiastamente por un puesto y estuvo presto a combatir cuando se le requirió.
Cual mas cual menos, todos los integrantes del plantel fueron decisivos en la obtención del segundo campeonato de honor para Santiago Wanderers, dejando una marca indeleble en la historia de la decana institución. Quienes lograron ver a aquel grupo, no dudan en afirmar que ha sido el mejor equipo caturro de todos los tiempos, los que son más jóvenes desean que el verde vuelva al sitial que se merece, tal como «Los Panzers» lo hicieron.
45 años han pasado y queremos recordar a cada uno de los integrantes del plantel que consiguió el campeonato del ’68, quienes lucharon para conseguir que los seguidores del Decano volvieran a tocar la gloria después de una década. ¡Salud Campeones!
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