Al igual que en 2018, Santiago Wanderers de Valparaíso se mantiene en zona de descenso, mientras desde la dirigencia nadie se hace cargo de esta crítica situación.

Los graves problemas futbolísticos que muestra el Decano en cancha, se suman a una supuesta indisciplina de un grupo indeterminado de jugadores, que ahonda más una crisis que parece difícil de acabar.

Wanderers está al borde de un histórico descenso a la tercera categoría del fútbol profesional por responsabilidad de un grupo de dirigentes inoperantes e incapaces que solo han improvisado desde su llegada al club.

El daño al club puede pasar de grave a irreversible. Esto no da para más.

¿Qué esperan? ¿Repetir lo de 2021, pero bajando a Segunda Profesional? ¡Basta, es hora de que los responsables den un paso al costado!