Una más de ellas…

Patricio Erlandsen
http://quintapelota.wordpress.com/

Lunes 27 de diciembre y en Santiago Wanderers ya era un hecho el arribo del estratega que llegaría para suplir la partida de Jorge Garcés. En nota publicada ese mismo día por el hoy extinto diario VmásV en su página web, el presidente de la sociedad anónima que administra los destinos del club, Jorge Lafrentz mostraba su alegría por la contratación de un DT con renombre a nivel internacional como Juan Manuel Llop.

En esa misma nota periodística, el mandamás verde daba a conocer las metas para la temporada 2011 que se avecinaba. “Los objetivos son mejorar la campaña 2010, donde salimos octavos, clasificar a playoffs y ojalá el próximo año ir a un torneo internacional. Estamos muy contentos con la llegada de Juan Manuel, le hará muy bien a Wanderers”

La hinchada porteña comenzaba a ilusionarse, tal como lo había hecho seis meses atrás, donde el mismo directivo presentaba a Jorge Garcés, a quien se le pedía “meterse en los primeros lugares y luchar por un cupo en la liguilla de Copa Libertadores”. Vale la pena recordar que dicho estratega no logró el objetivo por dos puntos e igualmente fue despedido.

Si se analiza, sin contar lo prometido con el arribo de otros estrategas, como Gustavo Huerta, Jorge Aravena y Humberto Zuccarelli, hasta acá sólo promesas.

Primero con Garcés, el plantel se despotenció con la partida de Eugenio Mena y pese a los ruegos públicos, nadie llegó. Así, con jóvenes y extranjeros que poco aportaron para lograr el objetivo, este casi se cumple.

Posteriormente, en la era Llop, se contratan cuatro refuerzos, ninguno de ellos con el real nivel para que se cumpla con eso de “torneos internacionales”. Hombres del nivel de Tetes, Pérez y Barrales, más bien han servido para llenar el plantel…para qué hablar de Cristián Sepúlveda. Lo cierto es que nadie entiende porqué el ex seleccionado sub 20 llegó a Valparaíso.

Pero hay más de estas que podríamos llamar como “mentiras sutiles” de parte de la SADP de Santiago Wanderers. Hace pocos días, el presidente Lafrentz intentaba justificar en parte el millonario pasivo de la administración que comanda tiene durante tres años (2.300 millones de pesos) por la baja de ingresos en conceptos de recaudación. Pero resulta que los porteños estuvieron el 2010 entre los cuatro equipos que más público llevaron ¿Cómo se explica esto entonces?.

Y más allá, ¿la directiva caturra espera que con un equipo que hoy es penúltimo, el aproblemado (en lo económico) hincha caturra llegue en masa al Chiledeportes? Ciertamente es poco esperable. De hecho, el mismo Colo Colo a duras penas ha superado los ocho mil espectadores en sus últimas presentaciones por el Torneo de Apertura.

Las acciones de esta directiva han comenzado a rayar en la falta de respeto por la historia del club, y especialmente por el hincha. Se le sigue haciendo creer a la masiva parcialidad caturra que la idea es “consolidarse en primera”, cuando en verdad, todo indica que los “esfuerzos” van precisamente en la dirección contraria.

Y ante esto ¿Qué se puede hacer? Los socios caturros tienen poco poder, la corporación, salvo aleteos desesperados por la prensa, no son capaces de generar una fuerza opositora contra una directiva que a estas alturas genera daño. Es cierto que se ha invertido mucho en el fútbol joven, pero eso de poco servirá si la idea es plagar al primer equipo de jóvenes sin experiencia y así ha quedado demostrado este año.

La única vía posible va por movimientos dentro de la misma mesa de accionistas. Se habla de que Nicolás Ibáñez podría hacerse con el 60% de la propiedad de la SADP y así tomar el control total en orden de decisiones, especialmente de cara al segundo semestre, donde el objetivo real y verdadero será sólo uno: Evitar el descenso, y en el Puerto, eso ya debe ser asimilado por mucho que duela.