Santiago Wanderers sumó una nueva derrota en el torneo de transición 2013 luego de caer 3-1 frente a Huachipato en un partido para el olvido. Más allá de analizar el partido desde el punto de vista táctico y futbolístico lo que más destaca es la falta de actitud de gran parte del plantel caturro, al parecer ya empezaron las vacaciones en el puerto.

Luego de perder frente a Unión Española dejando de lado toda posibilidad real de pelear por un cupo a Copa Sudamericana la previa del partido frente a Huachipato se centró en criticas a la cancha y proyecciones para el segundo semestre, dejando de lado el partido frente a los acereros.

Viana; Opazo, Luna, Robles, Sandoval; Mendez, Ormeño, Colzera, Castillo, Torres y Salmerón fueron los once titulares que afrontaron el primer tiempo en Talcahuano con la misión de reponerse de dos amargas derrotas que dejaban al hincha sin ilusión de luchar por algo importante, como viene siendo la tónica de los últimos años.

Un primer tiempo nefasto por parte de ambos equipos sin ningún remate directo al arco y solo atisbos de buen juego cuando el irregular Leandro Torres tomaba la pelota buscando crear juego con sus compañeros en ofensiva, el problema era que estos jugadores eran incapaces de pasar los 3/4 de cancha para conseguir un remate al arco.

Poco y nada que decir del primer tiempo, Wanderers parecía estar jugando un entrenamiento, sin mostrar una actitud que los llevara a ganar el partido.

El segundo tiempo comenzó con el local buscando buscando el arco de Mauricio Viana yéndose encima de la defensa caturro con un juego más directo en relación al estilo de toque que había utilizado en el primer tiempo, por su parte el Decano seguía ausente, Ormeño y Méndez poco podían hacer si el resto del equipo no colaboraba. En partidos anteriores siempre se elogió la presión que ejercía Wanderers de mitad de cancha hacia adelante, en el partido frente a Huachipato muchos jugadores se limitaban a mirar como los rivales pasaban por su lado con la pelota.

En fase ofensiva el equipo porteño apostaba al contragolpe con poco éxito debido a la lentitud y falta de capacidad técnica del delantero Luis Salmerón, por su parte Castillo y Cólzera no lograban superar a sus marcadores por las bandas, siendo el arma más peligrosa de Wanderers las subidas de sus laterales, por esta vía llegó el gol del empate. Sin embargo las subidas de los laterales traían como consecuencia negativa quedar mal parados en defensa al no ser capaces Schultz y Sandoval de recuperar posiciones, tampoco eran relevados por los volantes laterales. El tercer gol de Huachipato llegó del mismo modo que el segundo gol de Unión Española, Boris Sandoval al pasar al ataque regresa caminando a retomar su posición en defensa, este forado obligado al central a salir a marcar a la banda dejando desprotegido el centro de la zaga.

Lograr el empate prendió una ilusión que duró muy poco ya que luego de Huachipato marcar el segundo gol Santiago Wanderers definitivamente desapareció de la cancha. Daba rabia ver a Méndez desesperado pasando al ataque y tratando de lanzar un centro frente a la indolencia de sus compañeros, muchos que no merecen vestir la camiseta verde.

Se perdió, pero más que el resultado preocupa la forma. No puede ser que un jugador de fútbol no tenga ansias de triunfo, más allá de que no se pelee por nada, un deportista debe tener dentro de si el deseo por ganar siempre, aunque sea un partido amistoso, por respeto a si mismo y a la gente que los sigue.

Santiago Wanderers tiene una tradición de lucha, un jugador que carece de hambre de triunfo y deseos de ganar a toda costa debe partir de Valparaíso, este no es un equipo para trotones aburguesados.

Frente a este nefasto escenario el técnico podría darle la oportunidad a juveniles que pudieran ser alternativa en un futuro cercano, ellos si van a correr hasta el minuto 93.