Que Colo Colo sea campeón, es habitual y común. No tiene características de hazaña, sobre todo por todas las ayudas extra futbolísticas que han tenido a lo largo de la historia. Cuando muchos de sus hinchas venden el concepto de “En las malas” refiriéndose a estar unos años sin conseguir un título, catalogando este proceso como “Crisis”.

El clima es de triunfalismo, seguramente ya están preparando la fiesta. La necesidad de triunfos los tiene desesperado, y ven a Santiago Wanderers, posiblemente, como la carnada más fácil para lograr su objetivo. Y probablemente tengan todos los argumentos futbolísticos para validar su pensamiento sobre nosotros. No se trata de engañarnos, Santiago Wanderers no ha estado a la altura en este campeonato, pero si de algo me siento complacido, es que mi amor por mi equipo no depende de los resultados.

La misión no es fácil, más bien es titánico. ¿Entorpecerle la fiesta a Colo Colo? ¿Y por qué no? Es un excelente momento para volver a las raíces, esas que hablan que el equipo se preparaba en canchas de tierra en días de lluvia y con el viento a todo dar, esas raíces que hablan de jugadores pequeños que tenían que vender alfajores para poder comprar zapatillas de fútbol, esa historia que paralelamente se parece a Valparaíso, porque si de algo estamos seguro, es que Valparaíso es Wanderers, como Wanderers es Valparaíso. Soy Viñamarino, nacido y criado, y si yo me enamoré de Wanderers, y a la vez de Valparaíso, ¿Por qué los jugadores no podrían hacerlo?

Yo tengo un dicho (y perdónenme por hablar tanto de mi), “Para ser Wanderino no solo hay que parecerlo, también hay que serlo”, y el Domingo es la oportunidad jugadores, para que ustedes parezcan serlo, es el momento que nos den una luz de esperanza, que nos brinden la oportunidad de que nos vuelvan a brillar los ojos, que dejen la vida en la cancha, y que ante esos 42 mil hinchas contrarios, puedan verificar que Wanderers no es de cartón, como mucho de los que están en ese estadio sentado, por primera vez en todo el campeonato.

Muchachos, jugadores, esta es la oportunidad, estas oportunidades son únicas, irrepetibles, es el momento que ustedes dejen claro, que el fútbol, más que una profesión, también sea un ejemplo para muchos niños, que se sientan orgulloso que sus ídolos, que  vean como dejan la vida en la cancha, que observen el amor propio, y que sepan, que sus ídolos, defienden el escudo de sus amores, pese a la adversidad del momento. Independiente del resultado del fin de semana, espero que la camiseta de Santiago Wanderers, sea recordada como el equipo que le quebró la mano al destino, a la prensa. Y que le dio a sus hinchas, un nuevo motivo para sentirnos orgullosos, independiente del resultado.

A dejar la vida! “Con honor, con valor”

@Josetogubler
José Tomás Gubler Cruz