El intérprete falleció en Lima producto de una enfermedad a los 75 años. Entre sus más de mil canciones grabadas, resalta la realizada en 1969 del célebre tema dedicado a Valparaíso y escrito en la década de los cuarenta por Víctor Acosta. “Es un segundo himno nacional para los porteños”, asegura Eugenio Rodríguez, autor de un libro sobre el conocido vals.

A la edad de 75 años falleció este miércoles el cantante peruano de boleros Luis Barrios Rojas, popularmente conocido en Chile como Lucho Barrios, quien alcanzó fama en nuestro país con temas como “Mi Niña Bonita”, “Señor Abogado”, “Me Engañas Mujer”, mientras su interpretación de “La Joya del Pacífico” le valió la devoción de los habitantes de Valparaíso.

Lucho Barrios tuvo importantes presentaciones en el desaparecido Teatro Avenida, que quedaba a un costado del también extinto gasómetro, en Barón. | Foto: memoriamatinee.com

La historia se remonta a fines de la década del 60, cuando el tema ya era conocido en algunos círculos en la voz de Jorge “Negro” Farías, versión que se incluyó en la película de Aldo Francia “Valparaíso Mi Amor” de 1969. Ese mismo año, Barrios la grabó iniciando la proyección nacional e internacional de uno de los himnos más importantes del Puerto.

El musicólogo Agustín Ruiz, quien trabaja en el área de Patrimonio Inmaterial del Consejo de la Cultura y las Artes, entrevistó en 1996 al afamado cantante, cuando se presentó en el ahora transformado Teatro Imperio de avenida Pedro Montt. “Su público siempre fue muy popular, gente de los cerros, que al fin de cada tema se subía al escenario para fotografiarse con él”, recuerda.

Sobre el tema inscrito en 1941 por Víctor Acosta y que se inmortalizó en su voz cuenta que “fue un hecho fortuito. Lucho Barrios venía a tocar a Valparaíso en el desaparecido Teatro Avenida en la revista ‘El Gordito de la Noche’ y el productor le propuso dedicar un tema a la ciudad. Mientras comían en el restorán ‘Las Cachás Grandes’ ingresó un cantor que entonó ‘La Joya’ y Lucho recordó un disco hecho por compatriotas suyos –Los Heraldos o Los Embajadores- a rimo de vals peruano”.

UN PORTEÑO PERUANO

Luis Barrios nació el 22 de abril de 1935 en el puerto de El Callao (Perú) y a la edad de nueve años se fue a vivir a los barrios pobres de Lima. Tras ganar un concurso de canto, el productor Julio Jaramillo lo llevó a Guayaquil (Ecuador) comenzando así su exitoso periplo internacional.

“Él tuvo una infancia muy humilde en El Callao y Lima, hizo carrera en Ecuador y su música llegó a Chile a través de Arica mediante el contrabando, haciéndose conocido en otros puertos como Coquimbo, el propio Valparaíso y hasta Talcahuano. La disquera EMI Odeón notó el fenómeno, le hizo contrato y en 1960 comenzó formalmente su trayectoria acá”, narra el profesional.

Luis Barrios Rojas, ícono de la música popular.

EL EXILIO Y LA PROYECCIÓN INTERNACIONAL

Ruiz explica que el tema  ganó terreno entre el público masivo durante el período de la Unidad Popular (1970-1973), a pesar que la canción “cebolla” se alejaba de la línea cultural que impulsaba el Gobierno de ese entonces. “Pegó hondo por su emocionalidad, la que se acrecentaría en los años siguientes”.

La repartición de chilenos por el mundo a raíz del Golpe Militar llevó a Lucho Barrios a presentarse en Australia y Europa, llegando incluso al mítico Teatro Olympia de París (Francia) en 1985. “En los años ochenta le hicieron una entrevista en Radio Suecia Internacional y mientras salía al aire, a la emisora llegaron llamados de Alemania, Bélgica y Francia por parte de colonias de chilenos que lo querían tener en vivo”, destaca el musicólogo.

AUTOR DE LIBRO ‘EL HIMNO QUE SE BAILA’: «PENSABA QUE LUCHO BARRIOS ERA CHILENO»

El periodista y escritor Eugenio Rodríguez, autor del libro “El Himno que se Baila” (2008) apunta que el tema no tuvo mayor trascendencia antes de la grabación de Lucho Barrios y por ello se levantaron muchos mitos. “Cuando yo llegué a Valparaíso en 1984 (nació en Rengo), pensé que él era chileno y porteño, y que incluso era el autor de la canción”, rememora.

“La grabación del tema la hizo bajo el sello Phillips junto a los hermanos Ángel y Arnaldo Silva en la guitarra, ellos fueron los que les hicieron aquellos arreglos tan típicos”, agrega. Y concuerda con Ruiz en la importancia de los exiliados para la internacionalización de su carrera: “la gente en el extranjero cantaba el himno nacional y seguido entonaba La Joya”.

Rodríguez, junto al Círculo de la Prensa, fueron los productores de la última presentación del cantante peruano en Valparaíso, ocurrida el 11 de febrero de 2009 en el Teatro Municipal. “Pese a que tuvimos poco tiempo para promocionar su venida, el lugar se llenó igual”, señala.

“La gente lo quiere mucho, él llegó en 1960 a Chile y al año siguiente ya conocía el Puerto, donde además de amistades con gente del espectáculo, recibía la calidez del público, un cariño sólo reservado para ídolos”, concluye.

En el verano de 2009, los accionistas de la concesionaria del fútbol profesional de Santiago Wanderers se inspiraron en el título de la melodía para bautizar a la naciente empresa. No obstante, un dictamen de Chiledeportes argumentando caducidad de plazos para constituir el gerenciamiento, obligó a la creación de la Sociedad Anónima Deportiva Profesional con el nombre del club.