Solo un empate sin goles consiguió Santiago Wanderers frente a Palestino en el partido válido por la sexta fecha del torneo de transición, pese a que no se pudo cerrar una semana perfecta el balance es positivo ya que se sumaron 7 de 9 puntos posibles contra rivales que en la previa eran de los más complicados del torneo.

Se llegaba con el ánimo arriba luego de vencer a Iquique en el norte y a Universidad de Chile en Quillota, el equipo sin mostrar un juego vistoso consiguió los resultados sin nada que reprochar, hizo lo que tenía que hacer, por lo tanto este partido contra Palestino aparecía como la instancia para corroborar todo lo bueno que se había hecho frente a quien en el papel era el rival más débil.

Como equipo que gana repite el técnico verde decidió alinear a los mismos 11 jugadores que vencieron al equipo santiaguino en el partido anterior ratificando el nuevo esquema con cuatro defensas, dos volantes de quite, tres volantes de salida y un centro delantero.

El primer tiempo fue un partido chato y casi sin llegadas, Palestino con un buen funcionamiento defensivo y Wanderers que no lograba acercarse a la portería rival. Pese a no tomar el protagonismo la visita fue quien logró las mejores llegadas con tiros de media distancia que fueron bien despejados por Viana, el equipo porteño se notaba cansado y sin la misma fuerza de partidos anteriores, al parecer la poca costumbre de jugar seguido les pasaba la cuenta a los jugadores.

Durante el primer tiempo Santiago Wanderers solo intentó atacar por el lado izquierdo con Toloza y Sandoval pero sin éxito, la pelota rara vez iba a la franja derecha y Cólzera era un espectador más por ese lado de la cancha, el argentino no tuvo un buen partido y por algo salió reemplazado, sin embargo, la pelota no debe haber llegado más de dos veces a su sector debido a esta tendencia del equipo a jugar por la izquierda.

Comentario aparte para Jefferson Castillo, nuevamente tenía la responsabilidad de ser el conductor de Wanderers y de hacer jugar al equipo pero al igual que contra Universidad de Chile no respondió a este requerimiento. El esquema por el que apuesta Basay para funcionar como corresponde necesita que el conductor sea protagonista, es el quien debe marcar los tiempos y hacer jugar a sus compañeros, pero Castillo sigue sin cumplir esta función. La muestra más clara, de lo anterior, es que las dos llegadas que tuvo Santiago Wanderers en el partido fueron cuando Castillo logró entrar en juego y cuando salió reemplazado el Decano extravió el fútbol. Es paradójico, se critica el rendimiento de Castillo, sin embargo, él fue responsable de las únicas llegadas del equipo porteño, esto nos quiere decir que si Wanderers quiere ser un equipo con peso ofensivo requiere imperiosamente de un conductor protagonista, ya que uno intermitente trae consigo un equipo intermitente.

El segundo tiempo comenzó con un Wanderers más activo y dominador, sin embargo todo se diluyó muy temprano por dos hechos casi simultáneos, el cambio de Fernández por Castillo y la expulsión de Toloza. Con el cambio antes mencionado Basay cambia su esquema a un 4-2-2-2 con Toloza por la banda izquierda y López por la banda derecha en busca de Fernández y Donoso, cambio poco efectivo ya que Toloza por su sector estaba más preocupado de cubrir los espacios dejados por Sandoval y López pese a su velocidad no lograba enviar centros con intención recordándonos los primeros partidos de Gabriel «bibi» González en el puerto. Basay apostó a la verticalidad y se quedó sin el poco fútbol que había, quizás habría sido mejor cambiar a un 4-3-3 con Toloza como habilitador y López junto a Fernández por las bandas.

La situación anterior resulta algo preocupante ya que Basay insistía en un esquema que solo trajo derrotas y un juego paupérrimo en las primeras fechas, si bien el equipo no mostraba una buena cara con el cambio de esquema se volvía al pelotazo perdido, pese a su intermitencia mientras no haya otro jugador en esa posición Castillo debe mantenerse en cancha y si sale reemplazado que otro ocupe su lugar como conductor, por ejemplo Toloza, pero el dejar a Wanderers sin un conductor es caer en la desesperación, las tres primeras fechas dejaron eso en claro y el segundo tiempo de este partido lo confirmó. Pena la ausencia de Leandro Torres.

Luego de la expulsión de Toloza el partido murió para el Decano, la única vía de ataque eran desbordes de López pero que nunca terminaron bien, mientras que Donoso luchaba solo contra la defensa árabe ya agotado físicamente casi «pidiendo cambio», pero este llegaría a pocos minutos del fin del partido.

Partido 0-0 que se pudo ganar en el final pero también se pudo perder de no ser por la enorme actuación del portero Mauricio Viana quien tuvo una jornada perfecta en el arco caturro, pese a que su actitud conflictiva puede molestar a algunos es innegable que tiene condiciones de sobra para ser un crack en el arco, más aun tomando en cuenta que apenas tiene 23 años y los arqueros alcanzan su mejor rendimiento cerca de los 30 años por ser un puesto donde la experiencia es factor importante, su actuación de ayer fue una confirmación de las cualidades que tiene pero que como suele pasar pasaban desapercibidas por el bajo rendimiento general que tenía el equipo.

En el futuro aparece Universidad Católica en San Carlos de Apoquindo, equipo que hoy es el puntero del fútbol chileno y que cuentan con jugadores desequilibrantes en ofensiva, pero pese a las cualidades del rival es más preocupante lo que pasa en Wanderers ya que sin Torres (lesionado) ni Toloza (suspendido) el Decano se va quedando sin alternativas en el mediocampo de ataque.

¿Volveremos al 4-2-2-2? ¿Ingresara Nicolás López en reemplazo de Toloza para acompañar a Cólzera y Castillo? ¿Se le dará la oportunidad a los canteranos con tal de mantener el esquema? Preguntas que tendrán respuestas durante la semana.